lunes, 28 de diciembre de 2015

No seré tu luz

No pretendo ser tu luz,
quiero que tú mismo ahuyentes las sombras.

No pretendo ser tu vida,
ni hacer de tus días mis horas.

Pero quiero que veas en mí
ese brillo que asoma,
ese hilo que tienta
a tirar de la soga.

Quizá me pruebes, te saboree
y no encontremos la exquisitez.

Pero ya habré abierto la barrera,
habré reforzado tus alas.
Ya nunca más serás pájaro
que vuelve a la misma rama.

Te invito a tirar las cadenas,
a deshacerte de viejas penas,
a apostar por una vida
lejos de una felicidad ajena.

No pretendo ser tu luz,
juntos pintaremos nuestras sombras.

No pretendo ser tu vida,
juntos haremos de nuestros minutos, horas.

Puede que mi sonrisa te hable demasiado,
o que tus besos nublen la consciencia de mi tiempo.

Pero ya sabremos medir, incitar y disfrutar
de aquello que precede al amor.
Eso que temes, es lo mismo que veneras en soledad,
pero aún así,
lo esquiva y desprecia tu corazón.

Te invito, si quieres, a ser valiente.
Te presto, si quieres, mi ilusión dinamita.
Puede con todo,
deshace lo que el recuerdo y los reproches contamina.
Te doy, sin pensarlo, mi alegría y mi fuego.

Pero no seré tu luz.
Tiene que nacer de tus ojos,
Ha de gestarse en tu alma,
vencer a tu ego.
Y encenderse.

Encenderse sola y conmigo,
Encenderse en tu sofá y en mi cama.
Encenderse y poseerte,
aferrarse a tus latidos.
cambiar de color con tu respiración.

Se hará a ti, te iluminará sin pausas.
Y, entonces, no huirás de tus miedos, serán solo retos.
Amarás sin redes, besarás sin prisa,
no habrá quien te hiera al menos que tú lo decidas.

Por eso, no seré tu luz.
Por eso, no seré tu vida.
Sólo, si te dejas,
podré iluminar recovecos,
Sólo si lo  necesitas,
podré ser el destello que le falte a tus días.



No hay comentarios:

Publicar un comentario