jueves, 26 de noviembre de 2015

Sin existencias

Sigo con mi despropósito,
Continua el trabajo de campo.
Reúno argumentos en contra.
Llevo tus virtudes a lo más alto.
Emborrono recuerdos.
Vuelvo a dibujarlos.

Mato de hambre a la tentación.
Llevo la sequía a mis venas

Te aparto de la primera linea.
Pasas a ser mi propia guerra civil.
Acabas siendo un duelo:
de nuevo,Yo contra Mi

Bombardeo mi calma.
Fusilo mi templanza.
Me condeno a muerte,
muerte esperanza.
Y sigo verde,
verde de alma.

Entierro mi hacha, me rindo.
Olvidarte es un lujo.
Yo sólo un mendigo.
No adoro la riqueza.
Y, si te tengo por enemigo,
ya no quiero tu guerra.

Presumía de despilfarre en ilusión.
pero perdí gran parte en nuestras indecentes apuestas.
Y yo, sin darme cuenta de que no estabas conmigo,
que estabas ya fuera de existencias,

Por eso sigo trabajando,
sin retos ni mercado.
Luchando conmigo contra ti,
sin saber bien a lo que aspiro.
Tú agotado y en mí tan vivo.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Entre dramas y comedias

¿Dejamos de dramatizar?,
y ya puestos,
¿hacemos de lo nuestro una comedia?.
Puede que no haya otra manera,
Verás, entremos en materia.

Cuando tus ojos me hablan,
mis manos lo reinterpretan.
Sin más.

El remordimiento, las prisas,
para otros.
A ti y a mí que nos den cuerda,
que tenemos para rato.

Sobre nuestra historia,
de cuerpos, de intermitencia,
de tercos y de su incontinencia.
escribamos un relato.
Y, que sea a modo de diario:
comiéndonos todas las comas, y las lunas
asaltando los párrafos, y los sábados.

Sin reglas y sin censuras,
pero a escondidas,
repasemos cada comisura.
Permitamos que la magia ocurra,
en nuestro deambular a oscuras.
en cientos de horas y obras prohibidas.

Sin máscaras que tapen las ganas,
sin mordazas que atrapen los besos,
sin esposas que retengan las caricias,
sin cadenas que filtren los deseos.

Tenemos que jugar,
recomponernos, sin actuar.
Volver a calentar juntos los huesos,
pero sin dramatizar.

Aceptémoslo,
hemos empezado la partida,
ya se abrió el telón,
toca improvisar.
No hay retroceso,
empezó la cuenta atrás.

Vaciémonos,
no nos dejemos nada,
nada sin sentir,
nada por hablar.
Y que nos tachen de todo
menos de que no supimos sentir
por miedo a fracasar.




domingo, 1 de noviembre de 2015

Deseo irreversible

Busco un remedio casero
para estas ganas sobrenaturales de sentirte cerca.
Busco una cura definitiva
para esta enfermedad precoz que causó el roce de tus labios.
Busco motivos de peso
para sobrellevar esta abstinencia desquiciante y astillosa.
Busco e intento, sin éxito,
paliar los efectos de esta droga deliciosa.
La ausencia devora los momentos compartidos,
engulle con ansia cada milímetro recorrido.
No sabe cuando volverá a estar sola,
aprovecha cada instante por si resulta infinita la demora.
Atracones con tu piel, empachos de placer.
Borracheras con tus labios y ciegos en tus ojos laurel.
Probarte fue mi perdición, no puse resistencia.
No tanteé bien los peligros, no pensé en tus consecuencias.
Desde el minuto uno fuiste tentador,
como mi brownie preferido sin nadie en el mostrador.
Quería averiguar, antes de probar,
tus efectos secundarios, tu escondido lado malvado.
Verte como villano que acapara tierras sin ni siquiera haber sembrado.
Pero matas silenciosamente, no avisas antes de llegar.
No sabes los desperfectos que llegas a causar;
deseos irreversibles que no saben volver a atrás.
Mis ganas no entienden de razonamientos
que las intentan convencer de que no significas nada.
Mis precocidad no quiere saber nada del sosiego
que procura cocinar este "sin nombre" a fuego lento.
Mi abstinencia no quiere otra solución
que no sea ponerse de ti hasta arriba,
hacer que seas una vez más su dulce y codiciado colocón.
El deseo es asquerosamente irreversible
igual que es odiosamente innato, impoluto.
No tiene cura, remedio ni motivo concreto.
Sus efectos devastadores merecen
el nombre de tortura o, mejor,
de divino tormento.