Adiós a quien, sin jugar,
arriesga a perderte.
Adiós a quien, sin apostar,
olvida ser valiente.
Adiós a los quizás
y adiós a los para siempre.
Adiós a las prisas,
a las dudas,
y a los días sin alicientes.
Adiós a la mentira
de vivir sin querer soñar.
Y adiós a los sueños
de los que no sabes despertar.
Adiós a la magia
que no nace de la realidad.
Y adiós al amor
que no cree en la individualidad
Admitir
Derrotas
Iluminar
Oscuras
Sombras
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