martes, 17 de marzo de 2015

Pensamientos nesitivos

El gafe vale aunque no se diga,
la negatividad anega y siempre avisa.
Porque un pensamiento envenenado tiene resaca,
se refleja en tus huesos, invade tu calma,
agacha tu mirada y desdobla tu sonrisa.

Aunque no lo digas, aunque no lo oigan
basta con que se contonee por tu mente,
suficiente con que silbe en tus oídos.

Deja huella y cumple su misión.
No esperes que escape por sí solo
de los barrotes de su propia prisión.

Hay que adelantarse a él,
en cuanto asome la patita,
písala con rabia,
amenaza, chantajea
y tíralo de casa.

Permite solo la positividad,
solo lo bueno se colará sin tasa.
Inunda tu cuerpo y sus rincones
de diminutas sonrisas que saben a colores.

Pensamientos nesitivos, que nacen siendo malos
y, a la fuerza, en bonitos los convertimos.

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