No quiero dormir,
no quiero dejar de escribir.
Hacerlo me vacía y me llena.
Aleja mi fantasma,
me acerca sutilmente a la calma.
Están siendo días agitados, extraños
y a la vez, tranquilos, huraños.
Me encanta este inestable y perfecto equilibrio
Me gusta vivir en este cuerdo y bonito delirio.
Tiempo de reconquista de las propias tierras
de mandar barcos para acabar viejas guerras.
Vislumbrando como serán los nuevos mares.
Contando filas, mis camaradas y capitanes.
No quiero irme a dormir,
no quiero parar de escribir.
Alarga mis días,
acorta mis horas.
Las alegrías se engrandecen
y los problemas arrojados por la borda.
No quiero dejar de dormir por que sí,
no quiero escribir sin sentir,
quiero seguir soñando al escribir
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